La Violencia años cincuenta contada por sus víctimas. Los archivos de la Comisión Investigadora
"La Violencia años cincuenta contada por sus víctimas. Los archivos de la Comisión Investigadora. AUTOR: Jesús Alberto Valencia Gutiérrez, profesor del Departamento de Ciencias Sociales, investigador del Centro de Investigación y Documentación Socioeconómica (CIDSE), adscrito a la Facultad de Ciencias Sociales y Económicas de la Universidad del Valle, Cali, Colombia.
Los objetivos de esta investigación son dos.
El primero consiste en mostrar la manera como ""se resolvió"", en los primeros años del llamado Frente Nacional, la Violencia de los años 1950 en Colombia, que enfrentó a liberales y conservadores desde 1946, en un conflicto sangriento, cuyo resultado se calcula en alrededor de 200,000 muertos, de acuerdo con diferentes versiones. Y todo ello a partir de tres aspectos: la reparación de las víctimas y de los daños, la identificación de las responsabilidades y la elaboración del sentido de lo sucedido.
El segundo de los objetivos consiste en presentar los archivos de la Comisión Investigadora de las causas y situaciones presentes de la violencia en el territorio nacional (en adelante ´Comisión Investigadora´), entidad creada por la Junta militar de gobierno el 21 mayo de 1958 para que llevara a cabo actividades de pacificación del conflicto. En su periplo por varios departamentos entre junio de 1958 y enero de 1959, esta Comisión recogió los informes que le presentaban los habitantes, acerca de lo sucedido en sus territorios en los años anteriores. Estos documentos constituyen una ""fuente primaria"" muy valiosa para la investigación porque representan la voz de unas víctimas que narran sus vivencias, describen los daños sufridos y elaboran una representación de lo sucedido. En otros términos, se trata de la Violencia contada por sus protagonistas. Los textos recogidos nos ofrecen nuevas luces para descifrar la manera como se llevó a cabo la terminación del enfrentamiento entre liberales y conservadores, en el marco del pacto político del Frente Nacional, creado para ponerle fin.
La hipótesis que proponemos es que la forma precaria como se resolvió el enfrentamiento entre liberales y conservadores de los años 1950, en los tres aspectos mencionados, constituye una de las claves fundamentales (entre otras posibles) que ha permitido que la violencia reaparezca y se reproduzca bajo distintas formas. La Violencia sigue estando presente en el trasfondo de los acontecimientos, pero, sobre todo, de los imaginarios políticos y sociales que hacen posible las violencias contemporáneas.
El libro presenta las diferentes piezas a partir de las cuales se lleva a cabo el proceso de ""resolución del conflicto"". Con respecto al primer aspecto se lleva a cabo un estudio de la Comisión Investigadora de las causas y situaciones presentes de la violencia en el territorio nacional (mayo de 1958 a febrero de 1959) y la Comisión especial de rehabilitación (septiembre de 1958 a diciembre de 1960).
Con respecto al segundo aspecto, relacionado con la identificación de los responsables, se presenta el juicio político que se lleva a cabo contra el general Gustavo Rojas Pinilla en el Congreso de la República de Colombia entre agosto de 1958 y abril de 1959 y la publicación en 1962 del libro La Violencia en Colombia de monseñor Germán Guzmán Campos, Orlando Fals Borda y Eduardo Omaña Luna. Ambos acontecimientos constituían una transgresión de una de las cláusulas implícitas del Frente Nacional: no hablar de lo sucedido, no identificar responsabilidades, amnistía implícita, impunidad total.
El tercer aspecto, está relacionado con la elaboración del sentido de lo sucedido o, en otros términos, con la construcción de una memoria de la época. No existe una memoria de la Violencia de los años 1950 sino varias, de diferente jerarquía y trascendencia, que compiten de diversas formas en la elaboración del sentido de lo sucedido: el enfrentamiento primario de los partidos que se acusan mutuamente de las responsabilidades; las representaciones del pasado que construyen los nacientes grupos guerrilleros para dar cuenta de su existencia con base en la persecución que sufren; la Violencia como reino de la barbarie, en contraste con la civilidad del Frente Nacional; o la interpretación doble que se produce del gobierno de Gustavo Rojas Pinilla: la ""leyenda blanca"" de sus seguidores, que lo consideran heredero de las banderas populares del gaitanismo, y la ""leyenda negra"" de sus contradictores, que lo consideran como el responsable directo de toda la época.
Colombia no ha logrado elaborar en términos simbólicos lo sucedido en aquellos tiempos, para integrarlo en la secuencia de la historia nacional. Lo que predomina es una serie de ""lugares comunes"", como es el caso de la idea de que la Violencia, años 1950, es una especie de ente colectivo, anterior y exterior a los actores comprometidos, una ""potencia anónima que siembra la destrucción a su paso"" y se abate sobre la sociedad, en una lógica de repetición de lo mismo, cada cierto tiempo.
Las ""fuentes primarias"" documentales a partir de las cuales se construye esta investigación son documentos provenientes del Archivo Germán Guzmán Campos, que sirvió de base para la publicación en 1962 del libro La Violencia en Colombia. Este archivo, sin embargo, estuvo durante muchos años desaparecido. Con un grupo de profesores de la Universidad del Valle logramos rescatarlo en 2018 y, en este momento se encuentra en proceso de organización y clasificación para ponerlo al servicio de los investigadores del conflicto violento en Colombia, nacionales y extranjeros. La investigación que se presenta en este libro es una manera de sacar provecho de las posibilidades que ofrecen estos documentos, hasta ahora inéditos. El proyecto es que gracias a estas nuevas fuentes sea posible renovar los estudios sobre la Violencia de los años 1950.
La segunda parte del libro está conformada por una antología compuesta por 73 cartas recibidas por la Comisión investigadora.
El libro se acompaña de un dossier de fotografías inéditas casi todas ellas, cuyo origen se encuentra igualmente en el Archivo Germán Guzmán Campos. Esta antología está precedida de un estudio preliminar, elaborado por el autor del libro. El recorrido de la Comisión Investigadora comienza en la última semana de junio de 1958. Desde ese momento, hasta finales de noviembre de 1958, los miembros de la Comisión recorrieron 45 municipios, empezando por el antiguo Caldas (Caldas, Risaralda y Quindío) y el Valle del Cauca. Hacia finales de julio se trasladaron al departamento del Cauca y, a mediados de agosto, recorrieron algunos municipios de Santander (Carare y Barbosa, Cimitarra y Vélez). Sin embargo, la parte más intensa del trabajo fue el departamento del Tolima donde comenzaron la visita el 21 agosto 1958 y permanecieron tres meses. En este libro sólo recogemos los documentos de una parte de esta visita, porque no contamos con el registro de su paso por Cauca y Santander.
Los documentos nos permiten detectar la acogida que tuvo la Comisión, las inquietudes que existían en la población, la actitud ante el gobierno y el Frente Nacional, la situación de las regiones, los problemas de inseguridad y de justicia, los principales protagonistas, la magnitud de los daños causados, el papel de las autoridades, la desconfianza frente a las fuerzas armadas del Estado, el papel de la Iglesia, las características de los crímenes, las demandas que se presentan al Estado, entre muchos otros aspectos. El gran valor de estos documentos es que nos ofrece una descripción de la violencia en las regiones, elaborada por sus propios protagonistas y, más en particular, por las víctimas, individuos o comunidades. Y nos ayudan a entender la manera como ""se resolvió"" la Violencia de los años 1950 en los tres aspectos mencionados: reparación de las víctimas, identificación de responsabilidades y elaboración del sentido de lo sucedido, es decir, la precaria construcción de la memoria de la época."
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