sta investigación social se centra en el territorio del Caquetá y comprende los años que van desde el auge de los movimientos de izquierda en la década de los ochentas, hasta su declive, la militarización de la insurgencia y la aparición y configuración de grupos paramilitares entre 1997 y 2006.

El Caquetá ha sido uno de los departamentos más golpeados por el conflicto armado colombiano, principalmente por ser retaguardia histórica de las FARC. Así, es recurrente escuchar sobre esta zona que es víctima de la marginalidad, la violencia y la corrupción. Sin embargo el presente estudio, realizado por una investigadora de la zona, busca romper con esta visión que se ha construido desde el centro sobre el conflicto regional. Lo que se plantea en la tesis es que las dificultades que ha sufrido la población en este territorio no han sido debido a una supuesta “marginalidad” o a la presencia de unos poderes autoritarios locales, en cambio, lo que hay detrás de esta conflictividad es el tipo de relación que articuló a esta región con el centro.

Más que violenta y corrupta, la política local se ha caracterizado por estar condicionada por unos procesos conflictivos de construcción del Estado, haciendo que los actores políticos tengan que adaptarse a la presencia de actores armados de toda índole y a desarrollar lógicas políticas que, más que clientelistas, son la forma en que operan los vínculos centro-periferia.

Así, más que hacer énfasis en “autoritarismos locales”, poderosos caciques políticos o corruptos gamonales, de lo que se trata es de entender cómo opera la política local en la provincia colombiana y más aún en un contexto de conflicto armado. Al tratar de entender la lógica detrás de las prácticas políticas locales se hace evidente que la consecución de la paz y de una gobernanza más democrática pasa por la ya discutida relación entre el centro y las regiones. Como se muestra en el presente estudio, es la forma en que está articulado el centro y la periferia lo que ha dado origen al conflicto.

La investigación está dividida en tres partes. La primera parte aborda los poderes políticos en el Caquetá en la década de los ochentas, particularmente el papel del turbayismo en la construcción del Estado regional y su conflicto con las FARC en el contexto de las reformas descentralizadoras y la elección popular de alcaldes en 1988. La segunda parte aborda la década de los noventas y estudia la reconfiguración política derivada de las transformaciones surgidas tras la Constitución de 1991 con el surgimiento de un nuevo poder político: el de Fernando Almario.
Paralelo a esto, se estudia el papel de las FARC en la política local en un contexto de gran crecimiento militar de esta organización. Por último, la tercera parte busca entender el impacto de la incursión paramilitar en la política local entre 1998 y el 2006, mostrando cómo esta reconfiguración del panorama político implicó un alto grado de violencia.