La jaiba azul, Callinectes sapidus, es un crustáceo de gran importancia en las pesquerías de aguas subtropicales del Atlántico occidental, sin embargo, su rápida explotación comercial se ha extendido a nivel mundial. Desde el año 1974 empezó a ser capturada en Colombia en algunas ciénagas del Caribe y pronto se convirtió en una especie de importancia comercial para la Ciénaga Grande de Santa Marta; sin embargo, reportes recientes indican que más del 70% de su captura está por debajo de la talla de madurez mínima, afectando la capacidad reproductiva de las poblaciones naturales. Una posible forma de superar la dependencia de estas poblaciones naturales es desarrollar tecnologías para la reproducción y cría de larvas en cautiverio, y es en este momento donde proyectos como el aquí presentado, pueden ofrecer una alternativa para generar nuevo conocimiento especializado, encaminado al desarrollo de técnicas de cultivo específicas para las condiciones de la región.

Desde el punto de vista técnico, la investigación revela la clara relación entre los contenidos nutricionales de la dieta con las respuestas en supervivencia, crecimiento y ciclo de muda de las larvas, a medida que la proporción de proteína disminuye y la de los lípidos aumenta, evidenciando la importancia de estos últimos durante el desarrollo larval de la jaiba azul. Las diferentes condiciones nutricionales no solo afectan la plasticidad fenotípica de las larvas, sino que a nivel molecular indicaron que a tan solo nueve días de iniciado su desarrollo larval, las capacidades fisiológicas y metabólicas de las zoeas se ven influenciadas por su contenido lipídico, creando un evento en cascada de toda la asignación energética en donde el metabolismos de las proteínas, carbohidratos y los genes relacionados con el sistema digestivo, transporte y catabolismo celular, se ven condicionados por un buen o mal estado nutricional.

En este trabajo se presenta el primer reporte para C. sapidus que se enfoca en el entendimiento cuantitativo de su nutrición y su relación con el desarrollo larval en términos de supervivencia, crecimiento y ciclo de muda, así mismo es también el primer reporte para la especie que describe el efecto de la dieta en los perfiles transcriptómicos durante su desarrollo larval temprano. El diseño de este modelo de investigación, también puede ser utilizado para estudiar otras especies de crustáceos con características similares.

Adicionalmente, el desarrollo de esta investigación permitió elaborar los protocolos para el cultivo a futuro de la especie, ya que generó conocimiento para el manejo de reproductores en cautiverio, levante de larvas, determinando salinidades óptimas de cultivo, densidades de alimento, contenido nutricional de las dietas, comportamiento de las enzimas digestivas y buenos resultados de crecimiento y supervivencia. Además de proporcionar un laboratorio completamente funcional para el desarrollo de trabajos que impliquen experimentar con organismos vivos de origen marino en condiciones controladas.

Este tipo de iniciativas de formación establecen los pilares adecuados para que a futuro se pueda generar un impacto en la región del Magdalena, específicamente en la Ciénaga Grande de Santa Marta, en donde su aporte mediante la generación de conocimiento y educación a nivel tecnológico, y universitario, permita elaborar paquetes productivos de cultivo amigables con el medio ambiente para los pescadores de la región, y actividades de repoblamiento que ayuden a las poblaciones naturales a mantener el stock que sustenta las pesquerías.

Estas proyecciones, pueden conllevar a futuro a propiciar procesos de conectividad con el resto de la cadena productiva, es decir, estudiantes, capacitadores, técnicos y tecnólogos, usuarios del recursos y productores, con el fin de trasmitir conocimiento y desarrollo tecnológico que refuercen la línea programática de los planes y acuerdos estratégicos departamentales (PAED), fortaleciendo las capacidades investigativas para desarrollar los focos de CTel priorizados en el Departamento, para desencadenar procesos de transformación, repensando su relación con los objetivos económicos, sociales y ambientales.

Comunicado de prensa

Gloria Helena Ospina ha dedicado casi 30 años de su carrera como bióloga a la investigación sobre acuicultura, que es la práctica de cultivar y producir organismos acuáticos en agua dulce o salada, bien sea para el consumo humano o para la conservación. En los últimos años, sus estudios se han centrado en una especie que forma parte fundamental de la cultura y la gastronomía del Caribe colombiano: la jaiba azul.

Este tipo de cangrejo, muy apetecido en el mercado local e internacional, ha tenido desde los años 70 una gran importancia comercial, principalmente para los pobladores de la Ciénaga Grande de Santa Marta. Sin embargo, su explotación indiscriminada y la captura de ejemplares por debajo de su talla de madurez mínima han afectado la capacidad de reproducción de las poblaciones naturales.

Una solución a esta problemática es la cría de larvas en cautiverio, pero para que estos cultivos tengan éxito es clave conocer a fondo cómo la alimentación afecta el desarrollo de la especie. Este ha sido, precisamente, el objetivo del trabajo de Ospina: entender la nutrición de la jaiba azul y su relación con el desarrollo larval en términos de supervivencia, crecimiento y ciclo de muda, es decir, el proceso mediante el cual este crustáceo cambia de caparazón. Es la primera vez, además, que se investiga cómo la comida afecta la actividad de los genes de este cangrejo en la etapa más temprana de su desarrollo.

Con estos hallazgos, Ospina espera contribuir a la continuidad de la explotación de esta especie y, en último término, a la seguridad alimentaria, el empleo rural y la reducción de la pobreza en las poblaciones que dependen de su explotación.