La introducción del pensamiento moderno en Colombia: El caso de Luis E. Nieto Arteta
“El presente libro, estudia la introducción del pensamiento moderno en Colombia en los campos de las ciencias sociales, el derecho y la filosofía. Siguiendo con detenimiento la obra del jurista, historiador y filósofo Luis E. Nieto Arteta, examina la recepción del marxismo, la fenomenología, la filosofía del derecho, la historia económica y social y las innovaciones en los campos del derecho civil y penal.
El volumen expone la llegada al país de las escuelas y corrientes de pensamiento europeas que surgieron durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX que revolucionaron el escenario de las ciencias humanas. Recurriendo a una documentación de primera mano -cartas, prensa, libros, entrevistas y ensayos-, presenta el retrato intelectual de una generación de colombianos que se hizo a lo mejor de la cultura universal para modificar el pensamiento nacional. Mediante un detenido análisis de contenido de los múltiples libros y artículos de Nieto Arteta se muestran las modalidades de esta recepción y su aplicación al caso colombiano.
Como lo señaló Nieto Arteta en su momento, "Nuestra generación, la tercera en la historia contemporánea de Colombia después de la del Centenario, ha iniciado la transformación de la cultura nacional y la creación de un nuevo hombre colombiano. Atrás han quedado el positivismo y el materialismo, la filosofía aristotélica y la vana y vacía retórica. Nuestra generación introdujo en Colombia la filosofía y la cultura contemporáneas".
En sus conclusiones, el libro señala que la afirmación de las ciencias sociales y de las humanidades en Colombia, debe mucho al esfuerzo intelectual y académico de la generación de colombianos que trabajó durante los años 30 y 40 del siglo XX. Fueron sus integrantes quienes afirmaron la nueva investigación histórica, el análisis económico y las novedosas formas de acercarse al derecho. Esta recepción no se hizo de manera mecánica. Estuvo acompañada de una saludable actitud crítica y de una aplicación creativa a la realidad nacional. Los investigadores de la actualidad y las instituciones docentes deben mucho a los esfuerzos de aquella generación precursora.
En la perspectiva metodológica el libro es, ante todo, un estudio de caso que sugiere un patrón y un proceso más general. Nieto Arteta tocó muchos temas e intimó con una variedad de autores y tradiciones de pensamiento que lo hacen muy representativo de su época. Para el caso del marxismo examinó la obra de Marx y Engels, lo mismo que la de los analistas rusos Jorge Plejanov y Leon Trotski, sin olvidar a los teóricos de la II Internacional, Karl Kautsky y Rosa Luxemburgo. En asuntos de filosofía se familiarizó con los textos de Wilhelm Dilthey, Wilhelm Windelband y Heinrich Rickert, y con los fenomenólogos Edmund Husserl y Martin Heidegger. En los terrenos jurídicos discutió las contribuciones de Hans Kelsen, Carl Schmitt, Georges Gurvitch y Carlos Cossio, además de las innovaciones del derecho civil francés que contribuyeron a cambiar la legislación Colombiana en este campo. Algo similar ocurrió con su crítica a la herencia de Cesare Lombroso en materia penal.
En las áreas de la economía, la sociología y la historia sus aportes no fueron menos ricos y sugerentes. Empleando las hipótesis del materialismo histórico promovió la historia económica y social que dieron lugar a sus famosos libros Economía y cultura en la historia de Colombia y El café en la sociedad colombiana, dos clásicos de la historiografía nacional. Rescató, igualmente, la teoría económica y los grandes autores de la sociología del siglo xx.
Este esfuerzo intelectual es el que recibe el nombre de pensamiento moderno. La hipótesis central del libro es que esta generación –la de Nieto Arteta, Gerardo Molina, Antonio García, Rafael Carrillo, Danilo Cruz Vélez, Germán Arciniegas, Guillermo Hernández Rodríguez, Luis Ospina Vázquez, etc.– fue la que introdujo en el escenario nacional una nueva forma de ver las ciencias humanas. Todo ello tuvo consecuencias positivas para la investigación y la organización del mundo académico colombiano que existe hoy en día. La creación de las actuales facultades y departamentos de Filosofía, Sociología, Historia y Economía deben mucho a la labor desarrollada por estos intelectuales.”