La intensa presión ejercida por el ser humano sobre el medio natural, junto con los desequilibrios sociales, ponen de manifiesto la necesidad de que la toma de decisiones en un contexto económico trascienda los aspectos meramente financieros. En este contexto, el concepto de sostenibilidad se presenta como una oportunidad para integrar aspectos sociales y ambientales en los procesos de toma de decisiones de los agentes económicos. La presente investigación se enfoca en el desarrollo de indicadores cuantitativos para evaluar la sostenibilidad en la agricultura, abordando una visión integral y enfatizando en la relación entre los impactos ambientales y los resultados financieros generados.

El estudio de la sostenibilidad en la agricultura adquiere relevancia debido al papel fundamental que desempeña la agricultura en la provisión de bienes y servicios esenciales para satisfacer necesidades humanas. Además, la agricultura es una de las principales fuentes antropogénicas de impacto ambiental y dado a que depende en gran medida de factores poco controlables por la tecnosfera (clima y condiciones del suelo, etc.), se presentan desafíos metodológicos significativos para evaluar sus efectos en el medio ambiente.

Aunque numerosos estudios han abordado temas relevantes en el marco de esta investigación, no se han identificado trabajos recientes que analicen la evaluación de manera sistémica para un grupo representativo de unidades agrarias en una región específica de interés. Considerando los retos metodológicos y el uso intensivo de datos que caracteriza a estos estudios, esta investigación ofrece dos aportaciones clave que vinculan la sostenibilidad con el ámbito práctico y cotidiano de la toma de decisiones de los agentes económicos. En primer lugar, se presentan estimaciones de impactos ambientales a nivel de punto medio y punto final, así como un indicador de huella ambiental integral y un indicador compuesto de sostenibilidad en el contexto español. Las evaluaciones de punto medio expresan los impactos ambientales en relación con el mecanismo ambiental afectado, algunos de estos se expresan como efecto en el cambio climático, eutrofización de ecosistemas acuáticos, acidificación del suelo y toxicidad de los ecosistemas. Los indicadores de punto final relacionan los impactos con las áreas de interés del ser humanos, a saber, efecto en la vida de los ecosistemas, en la salud humana y en el agotamiento de recursos abióticos.

Por otra parte, la huella ambiental y el indicador compuesto son medidas que acentúan sobre el carácter multidimensional de la sostenibilidad tanto a nivel interno en la dimensión ambiental como desde un punto de vista integral incorporando aspectos sociales y financieros. En segundo lugar, se propone un enfoque metodológico sistémico, basado en técnicas de alto consenso científico, como son el análisis de ciclo de vida atribucional para la evaluación ambiental, y el uso de técnicas multicriterio para desarrollar un indicador compuesto de sostenibilidad. Además, se emplean métodos de estadística inferencial para contrastar los resultados obtenidos.

La fácil replicabilidad en otros contextos geográficos, unidades de análisis y sectores económicos se destaca como una de las principales ventajas del enfoque propuesto en esta investigación.

Nelson Kevin Sinisterra Solís
Investigador del Instituto Universitario de ingeniería de alimentos (FoodUPV)
Departamento de Tecnología de Alimentos, grupo ASPA
Universitat Politècnica de València

Comunicado de prensa

Nelson Kevin Sinisterra descubrió la ciencia huyendo de la violencia. A los 14 años tuvo que abandonar La Tola, una población nariñense de apenas 7.000 habitantes, por la difícil situación de orden público del municipio. En Cali, su ciudad de acogida, estudió un pregrado en Contaduría y, a punta de sacrificios y becas, logró dar el salto a Valencia (España), donde cursó una maestría y un doctorado en Economía Agroalimentaria. De este último se graduó con honores, gracias a una tesis que propone soluciones prácticas para uno de los mayores desafíos de nuestros tiempos: la sostenibilidad agrícola.

Sinisterra ha combinado herramientas y conocimientos de disciplinas como la estadística, la economía, la política económica y la ingeniería ambiental, entre otros, para desarrollar una serie de indicadores cuantitativos que permitan mantener la explotación agrícola en el tiempo sin agotar los recursos. Su investigación busca convertir la sostenibilidad agraria en un objetivo tangible, que pueda ser medido y monitoreado, con el fin de que las decisiones –tanto de gobiernos como de empresas del sector– estén basadas en datos.

Estos indicadores permiten, por ejemplo, determinar qué tan intensiva debería ser la explotación de un cultivo para hacerla sostenible, en función del clima de la región donde se encuentra, las condiciones del suelo y el agua, el impacto ambiental generado y los beneficios económicos que dicha explotación provee. El modelo ha sido aplicado en viñedos, y en cultivos de tomate y naranja de varias regiones de España, pero su enfoque permite que sea fácilmente replicable en otros contextos geográficos.