El libro La Escuela de Plantas y el principio metantrópico, tiene como base mi tesis doctoral, que, como todos mis demás trabajos, nace de una pregunta fundamental sobre qué hacer desde las prácticas artísticas ante la crisis ambiental que enfrentamos y cómo esto se relaciona directamente con la manera en que nos relacionamos con las plantas.  Desarrollé la investigación-creación enteramente en los páramos andinos, un ecosistema bastante extraño en el mundo, que después de muchos años logré comprender como: un estado vegetal del agua y el lugar en donde el cielo toca la tierra.

El libro, Tiene tres capítulos: El primero es el análisis histórico-estético de la ciencia botánica moderna. Para ello tomo el trabajo de José Celestino Mutis¹ bajo la perspectiva de los regímenes de producción sensible de Jaques Rancière. Al rededor de este análisis elaboro una teoría sobre la decolonialidad del poder sobre el mundo vegetal, que ha determinado por una parte el imaginario de la nación colombiana y, por otra parte, da cuenta de esa relación hegemónica que tenemos con las plantas, en donde se las concibe como objetos desarraigados. En el segundo capítulo, hago una apropiación crítica de los lenguajes y métodos de la ciencia botánica moderna, desde mis propias prácticas artísticas. En ellas retomo por ejemplo las anatomías comparadas, la disección de los ejemplares de herbario o la ilustración botánica en acuarela, tratando de descentrar el lugar de lo humano en esa relación epistémica que propone la botánica. Durante el desarrollo de estas prácticas, que suceden directamente en el páramo con una serie de frailejones, surge la experiencia y reflexión que da origen a lo que he llamado el principio metantrópico (más allá de lo humano). Se trata de una manera de asumir las practicas artísticas en donde el lugar de lo humano en la producción sensible se ha desplazado, dándole lugar a las agencias poéticas de los seres y fuerzas de la naturaleza. Esta manera de trabajar se enmarca dentro del posthumanismo, y propone un enfoque ético y estético ante la crisis ambiental. En mi caso, esa manera metantrópica de trabajar ha estado siempre enmarcada dentro de la relación que establezco con el con el mundo vegetal.

Creo que la importancia y el aporte de este trabajo radica por una parte en la ruptura de fronteras disciplinares y ontológicas, como una estrategia de construcción de conocimiento y conciencia que creo indispensable para atravesar esta crisis sin precedentes. El trabajo se sitúa en la Ecosofía, porque se compone de elementos de la estética, la ciencia y aborda una espiritualidad situada en el cuerpo en relación con los seres y fuerzas de nuestro planeta. Implica un esfuerzo por unir las cosas que las ciencias modernas se han esforzado en escindir.

El otro aspecto que creo importante radica en prestar mucha atención a las plantas.  Este énfasis en el mundo vegetal viene de una observación simple: Pese a que le debemos la vida al mundo vegetal, la relación hegemónica que se tiene con ellas es de objetos, es utilitaria y en el mejor de los casos contemplativa. Siendo así, parece que olvidamos que es a ellas a quienes debemos la vida, pues son ellas (en simbiosis con otros vivientes) las que producen la atmósfera que respiramos y la energía vital que circula en nuestros cuerpos. Por lo tanto, preguntarse por como las hemos conocido, plantearse otras formas de relación y tratar de integrarse a ellas como método de conocimiento, es lo que creo urgente por hacer y es lo que sueño como La Escuela de plantas. El principio Metantrópico es el marco ético y estético de La Escuela, en donde creo indispensable desplazar el lugar de dominio y poder que los humanos nos hemos auto-otorgado en relación con los seres y fuerzas de nuestro planeta.

¹Naturalista español radicado en la Nueva Granada entre 1760 1808 en donde fue corresponsal Linneo haciendo parte de la fundación de la ciencia botánica moderna, y fue director durante 25 años de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada.

Eulalia De Valdenebro Cajiao
Doctora Estética y tecnología del arte
Université Paris 8
Artista plástica Docente investigadora
Universidad Nacional de Colombia
Escuela de Artes Plásticas

Comunicado de prensa

Durante su carrera como artista plástica y botanista, la payanesa Eulalia De Valdenebro ha establecido una relación singular con el mundo vegetal. Su obra y su trabajo investigativo han girado alrededor del empeño del ser humano en destruir la naturaleza y en verla simplemente como una fuente de recursos a su servicio, cuando la realidad es que somos tremendamente vulnerables y dependientes de un planeta que seguirá vivo, con o sin nosotros.

Su tesis doctoral, que dio origen al libro La Escuela de Plantas y el principio metantrópico, aborda esta sensible cuestión y propone un nuevo paradigma de relación con lo viviente, tanto desde el punto de vista estético como del conocimiento.

La investigación se centra inicialmente en el origen de la relación antropocéntrica del hombre con su entorno, y en el enfoque colonial con el que –según la autora– la ciencia nos ha propuesto conocer las plantas, particularmente a partir de la Expedición Botánica de José Celestino Mutis.

Su segundo capítulo, La Escuela de Plantas, plantea una ruptura con ese paradigma a través de ilustraciones que utilizan técnicas tradicionales de la representación de la botánica, pero que descomponen la relación sujeto-objeto propuesta por la ciencia.

En el tercer y último capítulo la autora desarrolla el concepto de principio metantrópico (o más allá de lo humano), mediante el análisis estético de tres video-performances en los que la propia artista interactúa con el entorno de varios páramos colombianos, y en los que el cuerpo humano aparece integrado en estos ecosistemas.