La cooperativa se creó formalmente en 1987. Sus asociados residen en el norte de Bucaramanga, zona deprimida de la ciudad, en un 96%; son en su mayoría madres solteras, con un promedio de tres hijos, cuyas edades oscilan entre 1 y 10 años. Al inicio de la experiencia los asociados, en su totalidad, provenían del basurero municipal El Carrasco; sus características individuales, por lo tanto, estaban marcadas por actitudes de baja autoestima, violencia, carencia de posibilidades para un mejor futuro, tanto para ellos como para sus hijos; al ser partícipes del ambiente insolidario e individualista del basurero, sus conductas estaban matizadas por elementos propios de la estructura delincuencial, prostitución, drogadicción y venta libre de estupefacientes.

Bajo la asesoría de la Carrera de Trabajo Social de la Universidad Industrial de Santander el grupo inició un trabajo de sensibilización, reflexión, autoconocimiento y avances tanto organizativos como de legitimación social. En este proceso el equipo asesor mediante una metodología de investigación-acción-participación, logró desarrollar en los basuriegos la claridad necesaria sobre su situación vital, la necesidad de cambio y la voluntad para hacerlo. Surgió el interés por cambiar el sitio de trabajo, dignificar las condiciones en que éste se hacía y, lo más importante, se cimentaron rasgos de autoestima, de autovaloración, a partir de los cuales fue posible pensar en un proceso organizativo, siempre mediado por acciones coordinadas de educación y capacitación.

Plantearse la conversión de basuriego a recuperador domiciliario urbano, exigía dar el salto cualitativo de excluidos y explotados a trabajadores empresarios colectivos y solidarios, lo cual implicaba también la necesidad de una organización que, naciendo de la miseria pudiera convertirse en una gran empresa de desarrollo alternativo, tomando como punto de partida sus condiciones de vida individual y familiar.

Hoy Coopreser Ltda., con una importante diversidad de actividades generadoras de empleo, sigue vinculando personal tanto basuriego como no basuriego, quienes han adquirido conocimientos en labores de aseo, jardinería, manejo de restaurantes, baños públicoss, bodega de acopio y demás actividades relacionadas con el reciclaje y comercialización de residuos sólidos no biodegradables. La antigua ocupación de toda la población está relacionada con el reciclaje, pero algunos de ellos en sitios diferentes al basurero. Ha sido un trabajo arduo para lograr que se consoliden los programas, acudiendo a la educación permanente de los actores participantes y a la eliminación de intermediarios en el proceso de comercialización de los materiales, para asegurar precios aceptables.

Se ha trabajado con la población escolar con el objetivo de formar en los niños el hábito del reciclaje y la adecuada manipulación de las basuras, intentando contribuir a una formación positiva frente a lo ecológico. Los estudiantes de los centros participantes en el programa de reciclaje escolar pertenecen sobre todo a los estratos bajo y medio, y también se benefician económicamente con su participación en el programa.

La actividad principal de Coopreser Ltda. y sus asociados está enfocada a la recuperación de material reciclable no biodegradable.