Asociación Colombiana de Bipolares
En qué consiste el trabajo de la Asociación Colombiana de Bipolares
La Asociación Colombiana de Bipolares constituida desde 1997 ante la Secretaría de Salud de la ciudad de Bogotá es una institución creada por personas con diagnóstico de trastorno bipolar y sus familias como organización sin ánimo de lucro. Su meta es lograr la estabilidad y la buena calidad de vida de las personas afectadas y sus familias a través del conocimiento y el adecuado manejo de la enfermedad. Trabaja en concientizar a las personas afectadas, familiares, cuidadores, amigos y al público en general sobre el trastorno bipolar, su sintomatología y tratamiento, así como acabar con la estigmatización que soportan las personas que la padecen, abogar por sus derechos y por la investigación en el área médica y científica.
Para cumplir la misión activa la alianza entre el conocimiento experto en salud y la experiencia de los afectados. Lo hace mediante el programa semanal de grupos de apoyo y psicoeducación apoyado por médicos psiquiatras de reconocida experiencia. El programa empodera frente a la enfermedad, ofrece recursos de afrontamiento, conocimiento del trastorno, adquisición de conciencia positiva de la enfermedad, información sobre procedimientos terapéuticos, capacidad de autocuidado, comunicación asertiva y resolución de problemas, cuidado del cuidador y conocimiento de los derechos de las personas. Los grupos de apoyo crean lazos solidarios entre personas con diagnóstico y entre los familiares creando una red de soporte y compartir entre iguales.
Por qué ese trabajo es importante
La Asociación Colombiana de Bipolares atiende la necesidad de orientación y solidaridad de entre el 1.3 y el 2% de la población que padece este trastorno en Colombia y hace de puente entre los afectados y la atención del sistema de salud. El programa de grupos de apoyo y psicoeducación tiene un impacto probado sobre la calidad de vida de las personas y el entorno familiar, fomenta la reinserción social, disminuye la frecuencia e intensidad de las crisis y con ello las hospitalizaciones y los costos generales de atención en salud. Entre 2019 y 2023 tuvimos un total de 620 afiliaciones (diagnosticados y familiares) siendo los primeros el 54%; durante el primer semestre de este año registramos 112 afiliados con 195 asistencias los sábados y 103 los lunes (familiares). La mayor proporción fue de mujeres entre 30 y 39 años. Este año llegamos al 13º simposio nacional, cada año dedicado a avances del conocimiento y la conciencia social. Apoyamos 6 sedes regionales que funcionan de manera autónoma en: Barranquilla, Cartagena, Medellín, Bucaramanga, Cúcuta y Pasto.
Cuál es su aporte solidario
Desde 1997 la orientación, la organización y el funcionamiento de la Asociación es labor voluntaria compartida entre sus miembros diagnosticados y familiares; el sostenimiento económico se debe a los aportes mensuales de los afiliados y eventuales pequeñas donaciones. Es un trabajo sostenido por los aportes de la comunidad organizada que alivia la carga de las personas y sus familias, a quienes les devuelve la ilusión del buen vivir y es puntal para el sistema de salud.
Un día se despertaba convencido de que podía liderar el mundo y acabar con la pobreza, pero al siguiente no podía ni siquiera levantarse, sumido en la apatía y la tristeza. Esto le ocurrió durante buena parte de su juventud a Jorge Cardoso Llinás, abogado, hijo de una familia acomodada de Bogotá, quien durante años vivió sin saber que era bipolar, un trastorno mental que produce severos cambios de ánimo y que en Colombia afecta a entre el 1 y el 3 por ciento de la población.
Su experiencia personal, la curiosidad por conocer más sobre una enfermedad de la que poco se habla –como ocurre con muchas otras patologías mentales– y el deseo de ayudar a quienes la padecen, lo llevaron a fundar hace casi tres décadas la Asociación Colombiana de Bipolares. Esta organización está conformada exclusivamente por voluntarios y, en la actualidad, atiende en seis ciudades, además de Bogotá.
Dirigida hoy por Myriam Esther Jimeno, cuya hija también fue diagnosticada con esta afección, la asociación busca ayudar a pacientes, familiares y cuidadores a conocer la enfermedad y a convivir con ella, mediante grupos de apoyo que se reúnen semanalmente. En estas reuniones se brindan herramientas para que los pacientes y las personas de su entorno puedan tener una vida en equilibrio, y se hace énfasis en las señales tempranas de las crisis maniacas o depresivas –los dos estados extremos que produce el trastorno– para evitar hospitalizaciones. En este sentido, el trabajo de la asociación constituye un gran aporte en términos de prevención y promoción de salud.
La organización, que tuvo 620 afiliaciones entre 2019 y 2023, también lucha contra la estigmatización de las personas afectadas, aboga por sus derechos y promueve la investigación médica y científica sobre la enfermedad.